Estas fueron unas de las palabras más confrontadoras que tuve que decirme en mi propio camino de sanación.
La verdad es que siempre se siente mucho más fácil decir que alguien nos hizo algo y que por eso ahora llevamos esta o la otra herida. Incluso cuando decimos: "ya he crecido y he cambiado porque ya sé de dónde viene mi dolor", sólo hemos encontrado cómo justificar la persona que somos hoy.
Lo entiendo, lo viví muchas veces y me quede ahí por mucho tiempo, sin embargo en medida que el tiempo fue avanzando me di cuenta que PODÍA TENER LA RAZÓN y que eso no iba a llevarme a ningún lado.
Me di cuenta que podía decirle a las personas cada detalle de mi historia y lograr que me entregaran estas palabras:
"Eso debió ser muy difícil, claro, te entiendo. Tienes razón..."
Y después la vida me bendijo al convertirme en terpaeuta, tuve el privilegio de conocer detalles de los momentos más desafiantes de cientos de personas y por fin me di cuenta.
TODOS TENEMOS LA RAZÓN.
La realidad es que todos atravesamos muchos momentos díficiles, profundamente doloros e incluso desgarradores. Al compartir nuestra historia desde lo que nos pasó, enfocandonos en cómo nos dolió, queriendo justficar porque hoy sentimos miedo, ira, ansiedad y tristeza, SIEMPRE VAMOS A TENER LA RAZÓN. Estamos completamente justificados en permanecer suspendidos en el dolor del pasado. Sólo que si vivimos ahí sólo vamos a tener eso mismo, más pasado.
Entonces ¿qué hacer?
Tienes que reconocer si este es el momento en el que puedes elegir una nueva vida, no porque no tengas la razón, sino porque hay una niña en tu interior que te sigue esperando. Una niña que ha estado pacientemente observandote hacer tu pataleta de adulto. Ella sigue esperando a que llegues a darla toda por ella y sobretodo esperando a que llegue el momento en el que amarla a ella sea más grande para ti que el deseo de tu mente de aferrarte a tu dolor.
Una vez más... Sé que te has aferrado a tu dolor porque dolió mucho... Y sé cómo se siente porque mi vida tampoco ha sido color de rosa.
¿Pero sabes qué?
Esa niña que estaba en mi interior podía quedarse por la eternidad esperando por mi, por la única energía, fuerza, por el único ser que es capaz de elegirla, cuidarla, respetarla, amarla y acompañarla en cada momento. Así que yo tuve que elegir, si iba por mi dolor o si iba por mi niña.
Elegir es desafiante, vas a tener la responsabilidad sobre lo que ellijas y sabes también ¿qué?, vas a tener un poder maravilloso que va a hacer que puedas crear sin medida.
Si me conoces sabes que EN SERIO estoy muy comprometida con servir y esto significa entregarte todo lo que vas a necesitar para destarte de todo el dolor, el pasado, las creencias y los programas que te mantienen estancada.
Aquí te dejo un episodio de mi podcast, poderoso, profundo y muy transformador para que puedas ir al encuentro de esa parte de ti que ha estado escondida destrás del trauma no resuelto.
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Te amo, sí, a ti, este ser divino, lleno de luz y de valentia para cambiar. Bendigo tu camino, porque tu camino es también el mío y el de todos.
Te celebro porque no sólo se trata de que tanto podemos crear; sino también de que tando podemos ser una con la vida y sentir el placer es estar vivas.
Estoy aquí contigo, si te sientes llamada a hacerlo abre tu corazón y comparte lo que sientas en los comentarios. También te invito a que leas a otras mujeres que están compartiendo aquí.
Desatándola a Ella se trata de crear comunidad en ti y alrededor de ti. Gracias por estar aquí, asegúrate de compartir la belleza de este mensaje con quienes sabes que lo están buscando.
Todo mi amor,
Marce
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