La vida te recompensa en silencio (y también en comunidad)
Querida mujer que camina con el alma despierta,
Hace un par de semanas vivimos algo que aún no encuentro palabras que lo contengan por completo.
Fue un evento hermoso, impecable, lleno de intención y cuidado.
Cada detalle fue creado con amor para que las mujeres que asistieron pudieran sentirse seguras, vistas y sostenidas.
Y sí, fue grandioso también hacia afuera: los rituales, la belleza del lugar, la energía que se sentía en el aire…
Pero lo más poderoso, lo verdaderamente transformador, sucedió hacia adentro.
Fueron los pequeños gestos.
Las respiraciones profundas.
Las lágrimas en silencio.
Los abrazos sin explicación.
La certeza naciendo donde antes había duda.
Porque así es como la vida hace magia…
No con fuegos artificiales, sino con constancia.
No con grandes actos visibles, sino con fidelidad a una misma cuando nadie te está mirando.
La vida te recompensa en público por lo que haces en privado.
Y eso fue lo que vivimos.
Pequeños momentos, profundamente íntimos…
Que ya están floreciendo en nuevas decisiones, nuevas formas de amar, nuevas formas de vivir.
Aquí puedes ver algunas de esas memorias hermosas
Y si algo en ti se movió al ver estas imágenes, si sentiste que tú también quieres estar ahí, tengo algo importante que decirte:
Este retiro volverá a suceder el sábado 14 de julio.
Los cupos ya están abiertos y son muy limitados.
Puedes reservar tu espacio desde ya, incluso con una modalidad de pago parcial, porque si tu corazón dice sí… no tienes que esperar un gran momento. Solo hace falta un pequeño paso→ Haz clic aquí
Y si estás sintiendo que quieres ir aún más profundo, si esta experiencia de un día despierta en ti el anhelo de algo mayor, también puedes escribirnos para recibir la información del retiro de tres días. A veces el alma ya está lista, solo falta claridad. ¿Estás lista para ir más profundo?→ Haz clic aquí
¿Tienes preguntas o inquietudes?
Estamos aquí para ti. Escríbenos, todo lo que sientes es bienvenido.
¿Te unes esta vez?
Te esperamos con todo el corazón abierto.
Con amor,
Marcela Lasprilla R
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