PODCAST

Desatándote

Las señales de que tu niña interior está herida

sanarte
 

Todas las niñas tienen el derecho fundamental a sentirse seguras, protegidas y a salvo, pero no todas las niñas tienen esta oportunidad, de hecho muchas niñas crecen con una herida interior.

Al crecer, es responsabilidad emocional y biológica de nuestros padres, familiares y cuidadores crear un entorno seguro para nosotras. Pero no todos los padres aceptan esa responsabilidad, ni son conscientes de esa responsabilidad o no tienen la capacidad de cumplir con esa responsabilidad.

¿Qué sucede cuando no nos sentimos seguras como niñas? ¿Qué sucede cuando este sentimiento de peligro es constante y duradero? La respuesta es que aparece una enorme herida abierta en la psique. Esta herida dolorosa a menudo es reprimida sin saberlo por nosotras como adultos... pero sus impactos son profundos y de largo alcance.

 

El objetivo de este artículo es ayudarte a entrar en un espacio reflexivo para sanar a tu niña interior herida. Si estás interesada en trabajar con tu niña interior, quiero que reflexiones sobre tu propia infancia, la línea de tiempo de tus primeros años y cómo te sentiste de niña. ¿Te sentiste segura? ¿Sentiste un sentido de pertenencia en tu familia? ¿Se te permitió ser tú? ¿existe una relación con tu niña interior, o te desconoces como niña? ¿Cómo es tu relación actual con tu niña interior? Es extremadamente importante hacer todas estas preguntas, y si aún no te las has hecho, espero que lo hagas.

¿Por qué insisto tanto en que hagas estas preguntas y explores este tema de la niña interior herida? La razón es que el trabajo de la niña interior es una de las formas más serias y profundas de trabajo interior que puedes hacer. Gran parte de nuestro comportamiento, aversiones y neurosis en el presente pueden resolverse explorando y comunicándonos con la niña interior.

¿Qué es la niña interior?

La niña interior es la parte de tu psique que aún conserva su inocencia, creatividad y asombro ante la vida. Tu niña interior es la niña que vive dentro de ti, es decir, dentro de tu psique. Es importante que nos mantengamos conectadas con esta parte sensible de nosotras mismas. Cuando estamos conectadas con nuestra niña interior, nos sentimos emocionadas, fortalecidas e inspiradas por la vida. Cuando estamos desconectadas, nos sentimos aburridas, infelices y vacías.

Sentirse segura: ¿qué significa?

La seguridad no es solo física, también es emocional, psicológica y espiritual. Cuando nos sentimos verdaderamente seguras dentro de nuestro entorno familiar, nuestros límites físicos y emocionales son respetados, nuestro yo auténtico es aceptado.

y nos sentimos cercanas y amadas por los miembros de nuestra familia (sobre todo por nuestros padres). También necesitamos que nos den permiso para crecer y cambiar y que todas nuestras necesidades físicas básicas sean satisfechas (alimentos, agua, un hogar o vecindario seguro).

Existen 10 formas en las que la crianza que recibimos nos llevó a sentirnos inseguras cuando éramos niñas. La realidad es que la vida no es ideal. Las familias en las que nacemos no siempre son una buena combinación para nosotros.

Al crecer, hubo varias formas en las que nos sentimos inseguras. Antes de continuar, quiero aclarar que de ninguna manera culpo a nuestros padres o cuidadores aquí. Es importante recordar que nuestros padres hicieron lo mejor que pudieron con el nivel de información, educación y madurez emocional/mental que tenían.

La culpa y el resentimiento sólo sirven para intensificar el dolor que tu niña interior puede estar experimentando. Así que sé consciente y conoce tus límites cuando se trata de hacer este trabajo.

Estas son algunas de las formas más comunes que nos hicieron sentir inseguras. ¿Con cuántas te puedes identificar?

  • Te enseñaron que no está bien tener tus propias opiniones.
  • Fuiste castigada cuando trataste de hablar o actuar de manera diferente.
  • Estabas desanimada para jugar o divertirte.
  • No se te permitía ser espontánea.
  • No se te permitía mostrar emociones fuertes como la ira o la alegría.
  • Fuiste avergonzada por tus padres o familiares.
  • Fuiste criticada/abusada verbalmente de manera regular.
  • Fuiste castigada físicamente o golpeada.
  • Te hicieron sentir responsable de tus padres y de su nivel de felicidad.
  • No recibiste afecto físico, abrazos, besos, mimos.

Tipos de negligencia infantil:

Analicemos aún más las formas en que te sentiste insegura y no amada cuando eras niña. Estos son los tres tipos de negligencia infantil que pudiste haber experimentado:

1. Negligencia emocional:
Tus padres/cuidadores no mostraron interés en tus necesidades emocionales de amor, apoyo, protección y/u orientación; no te prestaron atención o condenaron tus expresiones emocionales como molestas. El resultado probable de esto fue que:

  • Desarrollaste baja autoestima y poca apreciación por ti misma.
  • Comenzaste a ignorar tus necesidades emocionales.
  • Aprendiste a esconderte, evitar o reprimir tus emociones, ya que estaban asociadas con sentimientos de abandono de tu infancia.
  • Desarrollaste enfermedades físicas o psicológicas relacionadas con su incapacidad para escuchar, aceptar y manejar sus emociones de manera saludable (por ejemplo, represión emocional).

Esta lista no es de ninguna manera exhaustiva. En realidad es una referencia que puede llevarte a notar situaciones que tal vez normalizaste.

2. Negligencia psicológica:
Este tipo de negligencia se manifestó en la infancia por parte de tus padres/tutores que no escucharon, abrazaron ni nutrieron la persona que eras. A medida que crecías, es probable que desarrollarás una variedad de estos síntomas:

  • Desarrollaste problemas de baja autoestima debido a formas de abuso tales como burlas, humillaciones, expectativas demasiado altas, ser ignorada, rechazada o castigada constantemente.
  • Desarrollaste problemas de ira profundamente arraigados tanto por un trauma infantil no resuelto como por la incapacidad de amarte a ti misma.
  • Desarrollaste adicciones y neurosis para crear una sensación equivocada de comodidad y seguridad en tu vida.
  • Desarrollaste enfermedades psicológicas y/o físicas.
  • Tienes problemas para mantener relaciones sanas y respetuosas.

3. Negligencia Física:
En un nivel básico y fundamental, la seguridad física y la nutrición son algunos de los elementos más intrínsecos de una relación amorosa. Podemos ver esto en la naturaleza, con madres y padres alimentando a sus polluelos y cachorros con comida, refugio y protección. Sin embargo, cuando falta esto, pueden desarrollarse los siguientes problemas:

  • Baja autoestima que resulta en negligencia/abuso físico de sí misma, trastornos de la alimentación (anorexia, obesidad), mantenimiento de una dieta poco saludable, autolesiones.
  • Comportamientos intensos de búsqueda de seguridad (complejos psicológicos como el TOC) o comportamientos de toma de riesgos extremos (por ejemplo, sexo sin protección, hazañas obsesivas temerarias, etc.)
  • Adicciones a las drogas, al alcohol, a la violencia, a la comida, etc.
  • Disfunción sexual o promiscuidad (a menudo debido al abuso sexual).

Tómate unos momentos para respirar y conectarte contigo misma después de leer esta lista. Es probable que sientas algunas emociones fuertes (está bien si las sientes). Tómate tu tiempo y ve despacio, sé amable contigo misma.

Es útil recordar que, si bien algunos, o incluso muchos, de nuestros problemas provienen de la negligencia infantil, guardar rencor y buscar culpables, no nos llevará a ninguna parte. Las personas son víctimas de víctimas, lo que significa que la razón por la cual nuestros padres/cuidadores se comportaron de la manera en que lo hicieron probablemente se debió a su crianza descuidada, y sus padres experimentaron los mismos traumas, y así sucesivamente.

Presta mucha atención a estas señales.
Te ayudarán a conocer el grado general en que tu niña interior ha sido herida y el nivel en el que te sientes insegura en este mundo. Entre más señales de la siguientes resuenen contigo, más necesitarás considerar seriamente el trabajo del niño interior:

  • En lo más profundo de mí, siento que hay algo mal conmigo.
  • Experimento ansiedad cada vez que contemplo hacer algo nuevo.
  • Me gusta complacer a la gente y tiendo a carecer de una identidad fuerte.
  • Soy una rebelde. Me siento más viva cuando estoy en conflicto con los demás.
  • Tiendo a acumular cosas y tengo problemas para dejarlas ir.
  • Me siento culpable de defenderme.
  • Me siento inadecuada como mujer.
  • Estoy impulsada a ser siempre una gran triunfadora.
  • Me considero una terrible pecadora y tengo miedo de ir al infierno.
  • Constantemente me critico a mí misma por ser inadecuada.
  • Soy rígida y perfeccionista.
  • Tengo problemas para comenzar o terminar las cosas.
  • Me avergüenzo de expresar emociones fuertes como tristeza o ira.
  • Raramente me enojo, pero cuando lo hago, me pongo furiosa.
  • Tengo sexo cuando realmente no quiero.
  • Me avergüenzo de mis funciones corporales.
  • Paso demasiado tiempo mirando pornografía.
  • Desconfío de todos, incluso de mí misma.
  • Soy adicta o he sido adicta a algo.
  • Evito el conflicto a toda costa.
  • Tengo miedo de las personas y tiendo a evitarlas.
  • Me siento más responsable de los demás que de mí misma.
  • Nunca me sentí cerca de uno o ambos de mis padres.
  • Mi miedo más profundo es que me abandonen y haría cualquier cosa para aferrarme a una relación.
  • Me cuesta demasiado decir "no".

Si resonaste con diez o más de estas afirmaciones, trabajar con tu niña interior debe estar en la parte superior de tu lista de prioridades. Si respondiste afirmativamente a cinco o más de estas afirmaciones, deberías considerar seriamente reconectar con tu niña interior.

Todas tenemos una niña interior. ¿Cuándo fue la última vez que hablaste o conectaste con la tuya? ¿Con qué frecuencia te tomas el tiempo para sintonizar y escuchar sus necesidades? ¿Haces espacio regularmente para jugar y disfrutar de la vida?

Tu niña interior es una parte esencial de todo lo que comprende tu identidad. Cuando ignoras o niegas a tu niña interior, estás condenada a marchitarte dentro de las bóvedas oscuras y profundas de tu mente inconsciente. Recuerda que todo lleva su tiempo.

Las prácticas a continuación no son soluciones rápidas. No son varitas brillantes que mejorarán todo de inmediato, pero te brindarán las herramientas básicas que necesitas para sentirte segura, protegida y a salvo en un nivel básico.

Realmente espero que encuentres algo a continuación que te nutra a ti y a tu relación con tu niña interior. Estos son los puntos resumidos:

  • Reflexiona sobre la cronología de tu infancia.
  • Escribe una carta a tu niña interior.
  • Escribe una carta desde tu niña interior.
  • Comparte tu dolor con una persona de confianza.
  • Afirmaciones de amor y apoyo.
  • Haz una visualización/meditación de tu niña interior.
  • Sé tu propia protectora y cuidadora.

Profundizaré más en estos puntos a continuación:

1. Reflexiona sobre la cronología de tu infancia

Preferiblemente busca una hoja de papel o abre un documento en tu computador, una vez lo tengas vas a dividir tu niñez en las siguientes etapas: Yo infantil (0-9 meses), Yo niño pequeño (9 meses a 3 años), Yo preescolar (3-6 años) , y yo en edad escolar (6 años hasta la pubertad).

Dentro de cada etapa, haz todo lo posible por recordar cómo te sentiste, cómo era la vida y qué tan segura, apoyada y aceptada te sentiste. Ten en cuenta que sentirte segura de niña no siempre tuvo que ver con el entorno familiar. A menudo, el colegio u otros entornos en los que pasamos mucho tiempo dieron forma a nuestra niña interior. Registra cualquier recuerdo o sensación física que hayas tenido.

Registra los tonos de voz, las expresiones y las palabras que tus padres o profesores usaron al interactuar contigo. Incluso si un recuerdo te parece tonto o una reacción que recuerdas excesiva, escríbela. Como adulto, es importante honrar lo que tu niña interior experimentó auténticamente, incluso si parece ridículo o exagerado como adulto.

Cuanta más información y material cargado de emociones tengas para un rango de edad en particular, más necesitarás concentrarte en conectarte con esa etapa.

2. Escribe una carta a tu niña interior

Imagina que eres una hada madrina sabía, gentil y amorosa. Imagina que quieres adoptar a tu niña interior. Mientras escribes la carta, dile a tu niña interior cuánto la amas y quieres pasar tiempo con ella. Escribe de una manera que te haga sentir segura, cuidada y comprendida.

Si te sientes emocional durante este proceso, está bien. Permítete llorar y enorgullécete de tu valentía para expresar cómo te sientes de verdad.

3. Escribe una carta DESDE tu niña interior

Usando tu mano no dominante (para eludir tu lado lógico del cerebro), escríbete una carta desde la perspectiva de tu niña interior. Por ejemplo, si eres diestra, utiliza la mano izquierda para escribir. Usar tu mano no dominante te ayudará a estar más en contacto con los sentimientos de tu niño interior.

Crear esta conversación a menudo revela muchas emociones sorprendentes enterradas y trae nueva información.

4. Comparte tu dolor con una persona de confianza

Es importante que el dolor que atravesaste de niña sea validado y escuchado por alguien. Ya sea que busques un amigo cercano, un grupo de apoyo o un terapeuta de confianza, compartir tus sentimientos es esencial para todo el trabajo de la niña interior. Claro, puedes hacerlo sola. Y puedes hacer mucho trabajo profundo sola en general.

Pero para experimentar un "avance" o incluso para sanar profundamente la herida de la niña interior, es importante compartir. Somos criaturas sociales que necesitamos que otros nos den espacio. Tu dolor necesita ser amorosamente validado. Si la persona con la que estás compartiendo el trabajo de tu niña interior te está cuestionando, discutiendo o tratando de darte un consejo, ¡no estás obteniendo lo que necesitas!

Aquí es vital para mí enfatizar la necesidad de buscar un verdadero apoyo cariñoso y enriquecedor.

Si no tienes amigos que sean lo suficientemente maduros o capaces de hacer esto, considera buscar un terapeuta o consejero espiritual.

Hay muchas opciones asequibles por ahí. Invertir en tu bienestar y salud mental SÍ vale la pena. También hay muchos profesionales que se especializan en el trabajo de la niña interior o realizan talleres. El consejero y escritor de autoayuda John Bradshaw escribe: 

“Creo que el trabajo en grupo es la forma de terapia más poderosa”

Cuando se refiere al trabajo de la niña interior. Pero una cosa: por favor, no compartas con los miembros de tu familia, incluso si son cariñosos. Los miembros de la familia que no han hecho su propio trabajo con la niña interior son mucho menos capaces de lidiar con el tuyo. La actitud defensiva, la ira, señalar con el dedo y el dolor pueden ser consecuencias de compartir los sentimientos con los miembros de la familia

Compartir requiere un gran coraje y fuerza interior. ¡Es normal y está bien sentir miedo! Siente el miedo, y si te sientes listo, comparte de todos modos.

5. Afirmaciones de amor propio

Las afirmaciones amorosas son una forma poderosa de afirmar tu valor y apoyar tu viaje para sentirte segura y sanar.

Cuando se repiten constantemente, las afirmaciones tienen una forma de reconfigurar el cerebro y hundirse en capas inconscientes de programación. Repetir estos mensajes puede crear un cambio profundo y sanación a un nivel primario.

Aquí hay algunas afirmaciones amorosas y de apoyo que puedes decirte a ti misma a lo largo del día o durante una meditación:

  • Me quedaré aquí y te apoyaré.
  • Bienvenida al mundo, he estado esperando para abrazarte.
  • Te quiero tal y como eres.
  • Estoy tan contenta de que estés aquí.
  • Quiero cuidarte.
  • Quiero pasar tiempo contigo.
  • Quiero escuchar tus pensamientos y sentimientos.
  • Está bien sentirse triste y asustado.
  • Está bien ser tú mismo.
  • Tienes permitido decir que no.
  • Eres muy especial para mi.
  • Tienes mucho que ofrecer al mundo.
  • Creo en ti.
  • Te protegeré siempre.

Puedes repetir estas afirmaciones tantas veces como necesites. Incluso podrías querer usar una voz especial cuando digas estas afirmaciones, como la voz de un anciano sabio o una madre amorosa.

¡También siéntete libre de crear tus propias afirmaciones amorosas! La lista anterior te ayudará a comenzar, pero a menudo las afirmaciones más poderosas surgen orgánicamente de tus necesidades más profundas.

6. Haz una visualización / meditación del niño interior

Deberás dedicar aproximadamente media hora o más a este ejercicio. Encuentra un espacio tranquilo y cómodo, y siéntate o acuéstate...

Imagina que estás a punto de conocer a tu niña interior. Caminas afuera hacia tu patio trasero y ella está jugando en una caja de arena. ¿Qué edad tiene ella? Caminas hacia tu niña interior y te sientas. “Hola”, podrías decir, presentándote. Miras a los ojos a tu niña interior. ¿Qué siente ella hacia ti? ¿Curiosidad? ¿Miedo? ¿Timidez? ¿Escepticismo? ¿Excitación? Respeta a tu niño interior y sus límites. Si ella desea abrazarte o darte la mano, deja que eso suceda.

Si no, está bien. Es posible que tu niña interior solo necesite entrar en confianza contigo. A continuación, es posible que desees preguntar: "¿Qué es lo que más necesitas?" Si te estás comunicando con tu yo infantil durante esta visualización, la respuesta podría ser un sentimiento visceral en lugar de comunicarte con tu yo en edad escolar, que podría responder verbalmente.

Si tu niña interior te dice lo que necesita, bríndale un espacio seguro. Haz que se sienta escuchada, vista, comprendida y amada por ti. Tal vez te gustaría compartir con ella cuánto la amas y la cuidas, y deseas que haga lo mismo por ti. Si tu niña interior desea ser acunada, abrazada o sostenida, aprovecha la oportunidad.

Una vez que sientas que tu misión de conectarte con tu niña interior se ha completado, puedes visualizarte caminando de regreso a tu casa. Concéntrate en tu respiración, estira tu cuerpo y abre los ojos.

Llevar un diario es una herramienta maravillosa para la autorreflexión, profundizando tu autocomprensión y también sirve como una forma de documentar tu progreso. ¡Así que tómate unos minutos para hacerlo!

7. Sé tu propio protector y cuidador

Como adultos, es importante que asumamos la responsabilidad de nuestro bienestar emocional.

Sentirse seguro en este mundo es extremadamente importante y esencial para que nuestra niña interior prospere. Las señales de que te sientes insegura en este mundo pueden incluir:

  • Ansiedad constante alrededor de los demás.
  • Tendencia a preocuparse en exceso.
  • Incapacidad para confiar en los demás.
  • Incapacidad para confiar en ti misma y en tus habilidades.
  • Sentir miedo de hacer las cosas por sí mismo.
  • Duras críticas a ti misma
  • Miedo a probar cosas nuevas o ir a lugares nuevos.
  • Asumir lo peor en cada situación.

Si puedes identificarte con la sensación de estar constantemente "al límite" en el mundo y con los demás, te recomiendo que te concentres en sentirse segura en ti misma. La autocrítica constante, ignorar tus necesidades, carecer de límites personales, siempre poner a los demás por encima de ti misma y cambiarte a ti misma para ser aceptada, todo te mantiene en un estado temeroso de no sentirte segura.

Si bien es posible que nuestros padres o cuidadores no hayan satisfecho la mayoría de nuestras necesidades (o cualquiera de nuestras necesidades), la hermosa verdad es que podemos hacerlo. El concepto es extraño, incluso para nosotras, ¡pero podemos ser nuestros propios padres!

¿Los beneficios de convertirte en tu padre/madre?

  • Mayor felicidad y optimismo.
  • Creatividad mejorada.
  • Mente, cuerpo y alma más saludables.
  • Amistades y relaciones más fuertes.
  • Desarrollo de habilidades esenciales para la vida: aceptación, perdón, vulnerabilidad, compasión, amor propio.

Si te resulta realmente difícil volver a ser padre de tu niña interior, busca la ayuda de un terapeuta familiarizado con el trabajo de la niña interior será una buena inversión.

Los terapeutas, después de todo, actúan como padres sustitutos. Pueden escuchar y ayudar a entrenar a tu niña interior, mientras apoyas y fortaleces a tu padre/madre interior.

Si prefieres ir sola, eso es absolutamente posible. Sin embargo, busca una red de apoyo, ya sea en línea o presencial. Para ser tu propia protectora y cuidadora, debes crear una “política" clara sobre lo que está bien y lo que no está bien en cómo te tratas a ti misma.

Tómate un tiempo para ti. Come alimentos que te nutran. Di "no" y traza límites claros. Reclama tu soberanía sobre tu vida. Explora prácticas que apoyen la sensación de seguridad.

Conclusión:

Aunque hayamos sufrido desgracias cuando éramos niñas, nunca es demasiado tarde para revivir nuestra infancia y reconectarnos con ese lado infantil de nosotras mismas. Cuando asumimos la responsabilidad de nuestra felicidad en la vida, tenemos el poder de sentirnos seguras, sanarnos y crear una mayor plenitud.

Espero que los ejercicios y las prácticas que he mencionado en este artículo te ayuden en el proceso de curación de tu preciosa niña interior ayudándote a sentirte segura.

Todo mi amor,
Marce

ESCÚCHALO EN:

Si estás buscando una forma de cuidar de ti misma y mejorar tu bienestar...

Con esta membresía vas a poder contar con un apoyo terapéutico y herramientas, con un precio a tu alcance

Si estás buscando una forma de cuidar de ti misma y mejorar tu bienestar...

Con esta membresía vas a poder contar con un apoyo terapéutico y herramientas, con un precio a tu alcance

Quiero saber más